El terremoto de magnitud 7,7 que sacudió Birmania este viernes dejó más de mil muertos y miles de heridos, según el último balance oficial de la junta militar. El sismo, cuyo epicentro se ubicó en la ciudad de Sagaing, fue seguido por una fuerte réplica de magnitud 6,7 y ha provocado el colapso de edificios, puentes y templos en una nación ya golpeada por un conflicto civil.
«Comenzó a temblar y luego se puso serio. Nunca había sentido algo así en mi vida», relató un testigo en Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, donde se teme que más de 90 personas estén atrapadas bajo los escombros de un edificio de doce pisos.
Las autoridades han declarado el estado de emergencia en seis regiones, y el presidente de la junta militar, Min Aung Hlaing, ha solicitado ayuda internacional. Países como China, India, Corea del Sur y Malasia han respondido con el envío de equipos de rescate y suministros.
En la vecina Tailandia, donde también se sintió el sismo, un edificio en construcción de 30 pisos colapsó en Bangkok, dejando una decena de muertos. Equipos de rescate continúan trabajando con drones térmicos para localizar sobrevivientes entre los escombros.
Las agencias de ayuda advierten que el país no está preparado para manejar una catástrofe de esta magnitud.
Vía: Agencias internacionales.
