Cientos de personas salieron a las calles en varias ciudades de Brasil este domingo (30.03.25) para exigir que el expresidente Jair Bolsonaro, procesado por intento de golpe de Estado, sea recluido en la cárcel y para pedir al Congreso que archive el proyecto de amnistía para los condenados por el asalto a los tres poderes de 2023.
Las protestas, que fueron convocadas por movimientos sociales y sindicatos del país, se llevaron a cabo cuatro días después de que el Tribunal Supremo abriera un juicio penal en contra de Bolsonaro por supuestamente «liderar» una trama para anular el resultado de las elecciones de 2022 y mantenerse en el poder.
Bolsonaro, que aguardará en libertad la resolución del proceso, y siete de sus más estrechos aliados, entre ellos antiguos ministros y militares de alto rango, serán juzgados por la Primera Sala del Supremo en una fecha aún por determinar.
En Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil, la marcha salió desde la Avenida Paulista, en el centro de la ciudad, y llegó hasta una comisaría que sirvió de centro de detención durante la dictadura militar brasileña (1964-1985), régimen que han exaltado Bolsonaro y sus aliados más radicales.
Los marchistas pidieron al Congreso que deje de lado un proyecto de amnistía que promueve el Partido Liberal (PL), que lidera el propio Bolsonaro, para beneficiar a los alrededor de 500 condenados por el asalto a Brasilia del 8 de enero de 2023.