El Ministerio de Salud ha tomado medidas para prevenir brotes de enfermedades que podrían aparecer en las zonas afectadas por los desastres que han ocasionado las intensas lluvias en los últimos meses, con el incremento de la vigilancia epidemiológica informó el jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos de esa cartera, Milton Gonzáles.
“Nuestra Dirección de Vigilancia Epidemiológica está coordinando acciones con los gobiernos departamentales y municipales justamente para mantener las enfermedades dentro del canal endémico, en lo que nosotros denominamos el canal de seguridad”, dijo.
La vigilancia epidemiológica se centra principalmente en el control de vectores que transmiten enfermedades como el dengue, zika y chikungunya, así como de roedores que pueden propagar afecciones como el hantavirus, especialmente durante la temporada de lluvias.
“Realizamos un monitoreo diario para evitar brotes o rebrotes, y actualmente la situación está controlada, sin eventos extraordinarios en salud”, explicó.
Hasta el momento se registraron 4.041 atenciones médicas en las regiones más golpeadas por inundaciones, deslizamientos y otros eventos adversos, siendo el departamento del Beni el más afectado, con 2.295 atenciones; en todas las regiones se fortalece la vigilancia epidemiológica para evitar brotes de enfermedades.
Le sigue La Paz, con 987 atenciones en La Paz, Quime, Caranavi y Tipuani. En Santa Cruz se contabilizan 349 atenciones distribuidas en Pailón, El Puente, Lagunillas, Yapacaní, Ascensión de Guarayos, San Julián y Moro Moro. Tarija reporta 297 atenciones en los municipios de Villa Montes y Yacuiba; mientras que en Potosí se registraron 102 atenciones en Llallagua. En el departamento de Pando se atendieron 11 casos en Cobija y Bella Flor.
Las brigadas médicas se han desplegado en los departamentos de Beni, La Paz, Santa Cruz, Tarija, Potosí y Pando, brindando atención principalmente por infecciones respiratorias, enfermedades diarreicas agudas, micosis cutáneas y afecciones vinculadas al estrés como cefalea tensional, lumbalgia y presión arterial elevada.
Actualmente, 78 médicos están desplazados en las regiones de desastres, con una mayor concentración en el Beni. Las brigadas permanecen en las zonas afectadas mientras existan albergues temporales o se identifiquen riesgos persistentes.