Aún convaleciente, pero en evidente mejoría, el papa Francisco ha vuelto a aparecer por sorpresa ante los fieles católicos este domingo (13.04.25) en la plaza de San Pedro del Vaticano, donde saludó a los concurrentes e inauguró oficialmente las celebraciones de la semana santa para el mundo católico.
En una aparición que si bien fue sorpresiva, todos esperaban el pontífice argentino de 88 años apareció sentado en su silla de ruedas con un aspecto bastante saludable, sin cánulas nasales para el oxígeno y dio la vuelta a la plaza, estrechó las manos de los fieles y repartió dulces a los niños.
“Feliz Domingo de Ramos, buena Semana Santa”, dijo el pontífice en el altar central de la plaza de San Pedro, donde saludó a su compatriota, el cardenal argentino Leonardo Sandri, a quien delegó para que leyera su homilía debido a la lenta recuperación de su voz.
“La pasión de Jesús se vuelve compasión cuando tendemos la mano al que ya no puede más, cuando levantamos al que está caído, cuando abrazamos al que está desconsolado”, indicó el papa en su homilía, leída por el cardenal Sandri ante más de 20.000 personas.
El Santo Padre recordó a las 226 víctimas mortales del desplome del techo de una discoteca en la República Dominicana y pidió que “Dios las acoja en su paz” en el rezo dominical del Ángelus, que se volvió a publicar por escrito.
«Hermanas y hermanos, os agradezco mucho por vuestras oraciones. En este momento de debilidad física me ayudan a sentir aún más la cercanía, la compasión y la ternura de Dios», indicó.
Francisco ha realizado una serie de apariciones sorpresa en los últimos días. La primera fue el domingo pasado frente a la basílica de San Pedro, y el miércoles recibió al rey Carlos III de Inglaterra y a la reina Camila en una audiencia privada.