Dos días después de haber iniciado su pontificado, el papa León XIV ha visitado la tumba de su antecesor, el papa Francisco, en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, la capital de Italia.
Medios de comunicación italianos han informado que el vehículo papal accedió al recinto por una entrada lateral protegida por una verja y dijeron que en el interior del mismo, el pontífice fue recibido por los fieles con aplausos y gritos de “¡Viva el Papa!”, mientras una banda interpretaba el himno pontificio.
León XIV se arrodilló y rezó en silencio ante la tumba del papa argentino Jorge Bergoglio, fallecido el 21 de abril, después de un prolongado padecimiento de una insuficiencia pulmonar que lo mantuvo hospitalizado dos meses antes de su fallecimiento.
La basílica, uno de los lugares más importantes del culto mariano en Roma, fue frecuentada por Francisco a lo largo de su papado, especialmente antes y después de sus viajes internacionales. Su devoción a la Virgen María, Salus Populi Romani, venerada en ese santuario, marcó profundamente su vida espiritual.
El nuevo pontífice eligió rendir homenaje a su antecesor con esta visita simbólica, reafirmando la continuidad pastoral entre ambos papados. Según fuentes del Vaticano, no se trató de un acto oficial, sino de un gesto personal de recogimiento y oración.