Las diputadas Luisa Nayar, Gabriela Ferrel y Yanira Román, de quienes se conoció que fueron vetadas por el gobernador suspendido de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, para participar de la elección general junto a la Alianza Unidad, abandonaron la misma esta mañana y, con airados reclamos, desafiaron al candidato Samuel Doria Medina a decir la verdad sobre el impasse.
En conferencia de prensa, las tres diputadas calificaron el veto, que fue apresuradamente negado por el entorno de Doria Medina durante el fin de semana, de antidemocrático y misógino y revelaron que fue el empresario en persona quien les comunicó en dos oportunidades que habían sido objeto del mismo.
“Desafío públicamente a Samuel Doria Medina a decir la verdad. Fue él quien me dijo en mi cara que Camacho me había vetado y luego me llamó por teléfono para decirle lo mismo”, dijo.
“No podemos trabajar con alguien que usa la unidad como discurso pero en los hechos la usa para conseguir sus fines personales y empresariales. La unidad no es sólo un slogan para los afiches; es una causa sagrada que exige apertura y coherencia. Por eso no podemos apoyar a Samuel Doria Medina, en quien cometimos el error de confiar”, agregó.
Por su parte, la diputada Ferrel lamentó tanto el veto de Camacho hacia ella misma y a sus colegas y fustigó la decisión de Doria Medina de dar curso al mismo.
“Nosotras respaldamos un proyecto. Nosotras no buscamos a Samuel Doria Medina para unirnos a su alianza, fue él quien insistió en que nos unamos y en ningún momento nos dijeron que estábamos sujetas al veto de Camacho”, señaló.
En tanto, la diputada Román calificó la actitud de Doria Medina de “cobardía” y anunció que ninguna de las tres diputadas presentes en la conferencia de prensa “se callará” ante los atropellos de ningún “autoritarismo”.
